En los últimos años se ha disparado el consumo de drogas entre los adolescentes, algunas con los índices mas altos de consumo son el alcohol el cual tiene presenta el mayor número de consumidores, seguido por el tabaco, la marihuana y la cocaína.
El consumo de drogas en la adolescencia inicia por un acercamiento en el cual el uso es de manera lúdica, posteriormente vendrán la adicción o un consumo habitual para terminar en la dependencia. La Oficina de las Naciones contra la Droga y el Delito (ONUDD) estima que al menos 205 millones de personas consumen algún tipo de drogas. Siendo los hombres la población con mayor tendencia al consumo. La edad de consumo se da entre los 12 y 13 años aproximadamente.
¿Qué factores influyen en el consumo e las drogas?
Aunque son muchos los factores que llevan a los adolescentes al consumo de este tipo se sustancias, se puede resumir en tres factores:
Factor social y demográfico: Es el entorno en donde convive el adolescente, las amistades como el lugar de residencia pueden ser un factor que influye en el consumo de drogas. Algunos individuos viven en barrios en donde continuamente tienen las drogas al alcance. Otro de los elementos que influye es si la persona observa continuamente como personas cercanas a el consumen, ya sea dentro del mismo grupo de amigos o inclusive en la familia, esto hace que las personas vean el consumo de cualquier tipo de droga como algo normal. Aunque la tasa de consumo más altas se encuentra en la clase media y baja, es común que los colectivos de la clase social alta presenten riesgo en el consumo, ya que muchos de los adolescentes son propensos a buscar nuevas experiencias. En la mayoría de estos casos los padres tienen mucho que ver pues son padres permisivos, que consienten todo desde que son pequeños.
Factores personales: aquí influye el temperamento y la personalidad del individuo predisponen al adolescente a consumir drogas.
Factores familiares: algunos de los factores que conducen al consumo de drogas es el rechazo de los padres, los divorcios, las familias desestructuradas con antecedentes de consumo de drogas, además estos factores actúan como detonantes para que el adolescente tenga una baja autoestima, así como de problemas emocionales y afectivos.
¿Como influye el tipo de educación en el consumo de drogas?
El consumo de drogas en gran parte es influenciado por el estilo de crianza y el tipo de familia en la que el individuo crece.
Carácter autoritario: Los padres que ejercen un control fuerte sobre sus hijos, mediante la afirmación de poder, provocan que la comunicación sea escasa y ejercen presión en sus hijos para que asuman responsabilidad. Esto genera carencias afectivo-emocionales y educacionales. Estos padres suelen criar niños obedientes, pero al mismo tiempo dependientes, culpables, deprimidos con poca espontaneidad. A nivel psicológico esta deficiencia de afecto les crea vulnerabilidad a caer en el consumo de drogas.
Estilo permisivo: Los padres ejercen un escaso control con los hijos, la comunicación a veces es buena y otras es excesiva, tratan a los hijos como iguales haciéndolos cómplices, suelen ser afectuosos, pero no plantean límites. Estos niños suelen tener problemas de interacción social, no cumplen normas de comportamiento y son poco persistentes y descontrolados. Tienen dificultad para autocontrolarse y asumir responsabilidad, así como moral baja. Esto crea una necesidad de buscar nuevas experiencias lo que los conduce al uso de drogas.
Estilo negligente: los padres tienen baja exigencia, suelen desatender a los hijos mostrando una falta de sensibilidad, además de que se involucran poco en la educación de los hijos. Los adolescentes que enfrentan este tipo de crianza muestran un escaso sentido del esfuerzo, obtienen pocos logros en la escuela, desarrollan un auto concepto negativo, así como pocas muestras de confianza a los demás. Este tipo de perfil tiene mayor predisposición a padecer trastornos psicológicos de conducta, esto los lleva a adentrarse al mundo de las drogas para cubrir sus problemas emocionales y conductuales.
Estilo democrático: son los padres con un elevado control, poca flexibilidad, siempre buscan dar explicaciones a sus hijos y son afectuosos permitiendo a sus hijos a asumir responsabilidades. La comunicación en la familia es buena y siempre se ayuda a los hijos. Desde un punto de vista psicológico los adolescentes con este tipo de crianza tienen buenos niveles de autocontrol y autoestima. Son personas independientes capaces de ser persistentes. Son escasos los chicos que suelen caer en el consumo de drogas ya que buscan amistades que no ejerzan influencia negativa en ellos.
Síntomas para tomar en cuenta para detectar el consumo de drogas:
Trastornos fisiológicos:
· Convulsiones,
· Cambio del ritmo cardíaco
· Deterioro del sistema nervioso central
Trastornos psicológicos:
· Alucinaciones
· Tendencias paranoicas
· Depresión
· Neurosis
· Deterioro y debilitamiento de la voluntad
¿Que consecuencias tiene el consumo de drogas?
Deterioro en las relaciones personales.
Bajo rendimiento escolar.
Economía resentida
¿Cómo hablar de las drogas con los hijos?
Los padres deben buscar información adecuada y adaptar una explicación acorde a la edad, se debe introducir el tema de forma que no se vea forzado, como por ejemplo a partir de una noticia vista en la televisión o la escena en alguna serie. No se debe esperar un momento ideal para hablar sobre este tema si no de dar el primer paso para evitar que el chico obtenga la información errónea o confusa de laguna fuente externa.
La información que se transmite a los hijos debe ser seria, sin exageraciones ni moralidad superficial. Se debe hablar mostrando interés y crear un espacio de comunicación que permita la expresión de ideas, dudas y preocupaciones. Hay que aprender a escuchar para generar confianza y complicidad.
¿Qué debemos promover con nuestros hijos para evitar el consumo de cualquier droga?
Favorecer el pensamiento crítico: promover en nuestros hijos un ambiente de reflexión con argumentos solidos y creíbles, donde no exista miedo.
Estar dispuestos a discutir, negociar y pactar: Aunque nos cueste decir no a las cosas de nuestros hijos, siempre debemos buscar a llegar acuerdos sin perder de vista el respeto por las normas.
Fomentar las actitudes reflexivas prudentes: debemos ser conscientes que desde la lógica del adolescente las sensaciones y los placeres buscados son inmediatos mientras que las consecuencias son percibidas como algo lejano o improbable, por lo que los adolescentes no tienen percepción de riesgo ni son capaces de ver el peligro, por lo que como progenitores debemos de fomentar actitudes reflexivas que ayuden a visualizar los riesgos y consecuencias de cada acción que se realiza.
Respetar a los amigos de nuestros hijos: ayudar a nuestros hijos a evitar las malas influencias y compañías, generando un ambiente en donde la crítica no sea un recurso.
Debemos esforzarnos para entender que es lo que esta pasando por la mente de nuestros hijos y ponernos en su lugar, descubrir que es lo que piensan y que sienten, al mismo tiempo debemos ser flexibles y sacar partido de la negociación para la construcción de valores y un vínculo afectivo.
¿Qué debemos evitar?
Evitemos a toda costa interrogarles insistentemente sobre si piensan consumir drogas o si las han tomado ya, es mejor pedirles su opinión, omitamos las discusiones y peleas así como desautorizarles o culpabilizarlos con juicios. La labor de un padre es pasar por la comunicación y la disposición para ayudarles a conseguir autonomía y responsabilidad
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