La relación entre hermanos pasa por distintas fases enriquecedoras y que construirán lazos para siempre. Los primeros años de vida de ambos niños están llenos de tardes de juegos, risas, confidencias, enfados, peleas y alguna lágrima. Que primen unos u otros momentos depende mucho de la forma en que los padres aborden su educación. Hay que ayudarles a que hagan de su hermano su compañero inseparable.
La diferencia de edad entre hermanos marca el tipo de relación que tendrán en el futuro. Si se llevan muchos años su relación puede ser más distante, porque están en etapas evolutivas diferentes; el pequeño quiere jugar y el mayor necesita un poco de intimidad. Si se llevan pocos años o meses su relación puede ser más similar a la de los mellizos, aunque suele haber más celos no se extienden demasiado tiempo, compartirán más tiempo de juegos y serán más amigos. Cuando se llevan pocos años también suele haber más competitividad entre ellos.
Convivir con un hermano no sólo supone tener alguien con quien jugar sino que enseña a los niños un sinfín de valores:
Generosidad: comparten la atención y el amor de sus padres, usan los mismos juguetes, habitación, libros y hasta la ropa. En ocasiones pueden ser fuente de conflicto pero a la larga les enseñará a negociar.
Competitividad: si se gestiona bien, construye niños más seguros y preparados para los conflictos del día a día. No es bueno que se pasen todo el día "luchando" por ver quién es mejor, pero sí que se reten de forma sana.
Tolerancia: el contacto personal y los sentimientos de cariño facilitan pensar en los demás. Se aprende a ser más flexible, más respetuoso y más empático.
Sociabilidad: la compañía habitual aporta don de gentes y extroversión, algo importante para mejorar su vida social.
Para ayudar a que la relación entre hermanos fluya es importante resistir la tentación de compararles, huir de las etiquetas, tener un trato individualizado para atenderles según las necesidades de cada uno sin descuidar al otro. En definitiva, acompañar el proceso de vinculación entre hermanos desde el respeto y observar con atención los momentos de celos que se puedan desarrollar entre ellos en las distintas etapas.
Fuente: Método Canguro
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