Los amigos imaginarios corresponden a una forma de expresión que se manifiesta en niños preescolares, con mayor frecuencia en niños entre tres y cuatro años, aunque en ocasiones se manifiesta en niños mas grandes. Estos pueden ser de distinta naturaleza como personas, objetos o personajes inventados.
Los amigos imaginarios generalmente tiene una función protectora y ludica, teniendo presencia en momentos donde el niño tiene miedo o esta jugando. el ser imaginario suele desaparecer cuando el menor empieza a tener un contacto mas fluido y positivo con otros niños y a tener amigos, aunque en ocasiones puede tardar cierto tiempo en desaparecer. también surgen como respuesta a las idealizaciones e ideas positivas. Junto a estos personajes tienen espacio para satisfacer sus anhelos y deseos, en general, en esas instancias pueden satisfacer algunas necesidades que no tienen en su entorno habitual.
En general, se supone que los amigos imaginarios tienen una función positiva para los niños en momentos en que ellos no son capaces de expresar bien sus sentimientos. Incluso hay ocasiones en que sus propios sentimientos negativos se los atribuyen a ellos. Por ejemplo, para evitar un reto o castigo cuando el niño hace algo malo culpa.
Los niños que tienen amigos imaginarios serán más creativos cuando grandes y se acercarán al arte, a la poesía y en general, a expresiones del tipo artísticas. Por lo mismo, se ha visto que estos niños están más alejados de tener conductas agresivas. Se supone que este fenómeno se da en un periodo que no abarca más allá de los seis años, ya que termina cuando los niños se incorporan al colegio y tienen otros amigos con quienes conversar, pelear, discutir o jugar.
Si se extiende en el tiempo y a pesar de que el niño ya está en el colegio no sociabiliza con sus compañeros, si tiene una conducta retraída podría transformarse en un problema. Al igual que si su amigo imaginario se tornan violento o si el niño se posesiona de un algo que tiene que ver con conductas agresivas. En ese caso se debe consultar a un especialista.
Si has notado o sabes que tu hijo tiene un amigo imaginario no es bueno negarles que existe; sino que deben incorporarlo de una manera muy sutil, cosa de no alentar al niño y que no sea una conducta que mantenga en el tiempo. Tienen que preguntarle en qué lo ayuda este amigo imaginario y qué cosas hace él para que los padres sepan qué busca y qué está expresando a través del amigo imaginario
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